Vistas de página en total

jueves, 14 de septiembre de 2023

Una mentira tras otra...

Como bien he escrito por ahí, soy educador con menores...PEDAGOGO. Sin MAES, sin oposición. Sin un trabajo bien remunerado, ni dos. Y si tuviera dos tampoco podría hacer mucho en la vida ¿Porqué? Pues porque por lo pronto no podría pedir una hipoteca, osea, no me podría comprar un piso nunca así.

A ver... soy fijo discontinuo, pero como por contrato me dejan parado dos meses, pues para el banco ya no es estable. Mi pareja trabaja en cine, y aunque bien pagado, tampoco tendría ayuda porque ¨no es estable¨. Vaya que tenemos los dos un buen sueldo, pero ¨no vale¨. Pero sin embargo, sí vale que el banco te ponga mil condiciones y unos intereses que pueden ser la mitad o más de lo que vale el piso...mas su seguro de hogar, mas su seguro de vida, mas no se cuantas mierdas más. Y lo mejor...todas esas condiciones son para que les asegures que pagas el piso. Pero si no lo pagas, te lo embargan y lo venden por el precio que les de la gana. ¿ Qué chollazo? Te prestan dinero de los demás con intereses y si no se lo devuelves se quedan con tu piso... Así que como consejo a cualquiera que me lea...ábrete camino en lo que te gusta...escala y enriquécete, para no depender de bancos para conseguir tus sueños...

sábado, 23 de abril de 2022

¿Qué será?

 ¿Qué será? Que será esa sensación que me oprime cuando veo mucha gente junta. Lo he pensado muchas veces. Sin embargo no me oprime cuando tiene un trasfondo cultural. Cuando es un concierto, cuando es una manifestación por una buena causa... ¿Entonces tengo fobia social selectiva? Todo esto viene porque hoy me ha pasado algo que no me había pasado en la vida. Ahora, en este preciso instante, está jugando el ¨Betis¨en casa. Pues bien...toda la afición y la que no lo es lleva celebrándolo todo el día (petardos, banderitas, camisetas, bufandas, cánticos...) Ya, no se porqué esto me enerva...pero bueno yo a lo mío. Pero hace un rato he acompañado a una amiga a su trabajo porque al lado de donde trabaja tenía que ver a otra amiga. Lo cierto es que ella me comentó al llegar que había gente, pero le dije que iríamos por la alameda (plaza muy muy grande).Cuando bajamos a la calle se veía mucha gente disfrazada (Digo esto porque no me creo que haya tanta gente del mismo equipo...opto más por la opción de borregismo y ansias de reunión postpandemia). Al llegar a la Alameda (de ahí viene toda esta reflexión) o mejor dicho llegando a esta nos encontramos con que hay una larga fila de hombres orinando en las paredes (estoy hablando de una calle muy concurrida a las 19 de la tarde y un sábado). Mi pensamiento era que todos se habían reunido allí, al confluir la calle. Sin embargo al querernos adentras más en la plaza nos dimos cuenta que esta estaba más abarrotada si cabía (He de decir que el estadio está a una hora andando de esta plaza). En este momento sentí que estaba en una pesadilla y de la que no podía despertar. Se me vino a la mente las hordas nazis vitoreando a la misma vez lo mismo. Todos eran uno. No cabía más opinión que ser de ese equipo. Decir algo en contra de ese equipo, llevar algo rojo o ser llamativo en esa plaza esta tarde y esta noche puede acarrearte algo serio. Toda la plaza llena de charcos de dudosa procedencia, botellas vacías y rotas, bolsas de plástico, personas con la mirada ida de llevar bebiendo muchas horas y un olor nauseabundo mezcla de alcohol y orín. Me sentí atrapado, agobiado, sin saber cómo superar esa barrera de personas. Me sentí bloqueado sin saber cómo continuar nuestro camino. Mi amiga tenía que entrar a trabajar en minutos y yo miraba a mi alrededor y no sabía que hacer. Me entró mucha fobia. ¿Pero es realmente fobia? ¿O es la consecuencia de sentir la energía tan vacía de cada uno? Sé que cada uno tiene su hobbie.¿Pero hay alguna forma humana de apoyar esto? Alcohol, orines, cantos despectivos al otro equipo, machismo exacerbado... ¿Será esa fobia consecuencia de sentir la vibración de los demás? ¿Existe la fobia social selectiva? Sea lo que sea deja mucho que desear como humano esta conducta ¿Dónde queda la inteligencia humana?

viernes, 28 de enero de 2022

Agonía

 Casi un año después escribo de nuevo. Ha cambiado todo y no ha cambiado nada. Seguimos igual...pandemia, enfermos, muertos...y lo que implica a nivel psicológico todo esto...no ver a determinadas personas, no abrazar, no viajar, menos puestos de trabajo y un largo etcétera que todo el mundo sabe. Todos los días uno espera despertar y notar que las cosas han cambiado, que ya no hay tantos infectados, que las cosas van a mejor...pero por otro lado pienso que nos lo merecemos, que la tierra no nos quiere, que estamos ya de mas y que va a hacer lo que sea para eliminarnos tarde o temprano. No sé si la apoyo o no, pero sí se que se hace muy pesada la lucha social de todo esto...o que el virus se extinga o que nos mate a todos...pero esto es un querer y no poder. No sé si hoy me he levantado hastiado, sintiendo que tiro la toalla, pero luego piensas que no la puedes tirar, que tienes que trabajar y moverte para al menos tener un lugar donde tirar la toalla y comer. No te dejan ni eso.

jueves, 11 de febrero de 2021

¿Soñamos?

 Suena el despertador. Otro día de mierda. Vas a trabajar a tu mierda de trabajo o no tienes trabajo. Te levantas para desayunar, pero ni lo haces. No tienes hambre. No estás animado. Sabes que va ser igual mañana, pasado y el otro. Sales a la calle. Miras al cielo. Está nublado a punto de llover, como hace 2 meses. Miras a la gente. La miras a los ojos, la única parte de la cara que puedes mirar. Ves miradas perdidas, miradas tristes. Miradas desesperadas porque acabe esto. Acabe el no abrazar, el no tocar. El no celebrar con tus seres queridos la vida. El no tomarte ese cafelito y desahogarte. El no cenar con tu pareja en la calle. Que acabe el no empleo el no sé si podré pagar el piso el mes que viene. Que acabe el miedo de ver a tus padres y transmitirles algo que tú no ves. Quieres llegar a casa y quitarte la mascarilla y estar con los tuyos. Y evadirte...y vivir lo que podíamos hacer y lo que querrás hacer cuando acabe todo esto. Soñar despiertos por una vida plena sin miedos a contagiar o ser contagiado ¿Soñamos?

viernes, 22 de enero de 2021

¿Cuánto falta?

 Un día te levantas y sabes que no puedes más. Todo te parece lo mismo. La misma rutina, el mismo trabajo de mierda. En circunstancias normales, no pensaría en tirar la toalla. Siempre he pensado que hay algo mejor. Que aunque no te guste tu trabajo, vas a acabar tu jornada y vas a ver a tus amigos, vas a ir de viaje este fin de semana a algún sitio o vas a salir a cenar. Pero ahora no sé qué me motiva para levantarme todos los días, mas encima muy temprano y para dos horas. Bajo estas circunstancias me quedaría en casa leyendo. No haría otra cosa. Uno ya siente que está desesperado y que no tiene fuerzas para seguir nadando, ya que parece que todo hace que te hundas. Que no sabes a quién acudir ni a quien implorar No entiendo cómo este país permite que personas tan formadas se marchiten sin tener a dónde ir. Personas que con estudios superiores, idiomas, experiencia...estén sin trabajo o cobrando un sueldo miserable. Personas que aún pidiendo trabajo no consigue nada. Personas que saben que son validas para desempeñar labores concretas y no les dan la oportunidad de demostrar su valía...¿En qué momento caímos en esta trampa de la que no podemos salir? ¿Cómo nos deshicimos de la vida rural donde había disponible terrenos y naturaleza para hacinarnos en ciudades donde no hay cómo alimentarse por falta de trabajo y por falta de alimentos? Tenemos que pensar que todos los alimentos vienen de fuera. En el barrio de una ciudad no hay fabricas, ni cabezas de ganado. Quizá alguno tenga una gallina. Pero si ocurriera algo grave nos tendríamos que ir. Quizás es el momento de largarse. ¿Cuántas personas se han podido quedar en paro en estos últimos tiempos? Hostelería, turismo, transporte, alimentación. Todo va en cadena. Y si uno se ve afectado, el otro también. Imaginemos que los padres de 2 hijos trabajaban uno en el sector hotelero y otro en transporte. Uno ha sido despedido por el cierre del hotel. El otro ha reducido jornada por que no hay tanto que repartir porque hay menos demanda. Uno de los hijos ha tenido que dejar la universidad por ello, y el otro sus clases de piano porque le fascina. Tenemos pues 2 posibles genios que se quedaron por el camino. Y así miles de españoles o ciudadanos del mundo. Desanimados por lo que tenemos y nos queda por vivir

jueves, 17 de diciembre de 2020

 Hoy me he levantado preguntándome si tiene algún futuro la educación tal y como la conocemos. Esa educación que lleva más de 2 siglos siendo lo mismo. El profesorado en la tarima, sentado en su mesa o escribiendo en la pizarra, mientras que el alumnado aprende, o hace como que aprende, desde el palco, contenido que está muy alejado de lo que realmente ellos necesitan saber o tienen interés en hacerlo. La educación actual se está desprendiendo a un ritmo vertiginoso, de instrumentos de escritura. Libres de un bolígrafo, de un lápiz, de un subrayador, de un folio o de un cuaderno. Se han vuelto presos de la yema de sus dedos, sobre todo el índice. ¡Quién lo diría! Años de cuadernillos rubio para dejar de escribir en soporte papel. El bichito, como le llaman en muchos lugares y mono-tema de este año tan infernal, parece que ha venido para quedarse y la educación la ha desfigurado como daño colateral, aunque a mi parecer, ha sido la excusa perfecta para hacer obras y hacer limpieza. El alumnado visita cada día el aula con una Tablet, que o bien le han cedido o bien le han comprado sus padres. Dicen que es para evitar problemas de espalda, pero existe el mismo interés económico sólo que escondido tras la tecnología. Ya hacen resúmenes en una aplicación, esquemas en otra o subrayan con una opción incorporada en el archivo de lectura. ¿Cómo se les va a mostrar el camino hacia en el hábito de lectura, si no ven libros físicos? Está usted exagerando, pensará... pero... ¿y dentro de 50 años? ¿Quién nos dice que ya no se lea en papel y sí de forma electrónica? ¿Dónde quedará el hojear y el ojear un libro? ¿Serán las bibliotecas y los libros carne de cañón de museos? El otro día, hablando con un chico al que le doy clases particulares, me sorprendió el hecho de que en plena secundaria, no tuviera un solo libro en su habitación. No sabía un ejemplo de cuento literario y no podía tampoco ponerle ejemplos sobre libros de su habitación. Tampoco podía en base a ello, repasar gramática. Cada día se escribe menos en papel y eso está haciendo que nuestro cerebro sólo se acuerde de consultar o el móvil o la Tablet, la información de la que precisamos. Ya no memorizamos, lo hacen esos soportes por nosotros. Quizá a otra civilización anterior a la nuestra le pasó eso. Dejaron de escribir en papel, se acostumbraron a escribir sobre tecnología. Se fue la luz y se dieron cuenta que ninguno sabía hacer nada. Sería un cuento aterrador que parece que estamos abocados a hacerlo realidad con esta forma de vida.

lunes, 30 de noviembre de 2020

La habitación del aprendizaje.

Todos los días, en bici de camino al trabajo, uno piensa y piensa. Supongo que tiene algo que ver con que haya más movimiento de sangre por el cuerpo. La cosa es que algo de sangre llega al cerebro, algo milagroso no siendo ni las 7 de la mañana. El tema es que se me ocurrió pensar que el cerebro es como una habitación, como nuestro cuarto. Desde pequeño, nos lo llenan de objetos y cosas que nos deben  gustar. Hay cosas que usamos más, otras que menos y otras que acabamos guardándolas o tirándolas. Las olvidamos y en un futuro la desempolvamos para usarlas o no. Cuando llegamos a la adolescencia solemos cambiar el cuarto...lo transformamos. Ya no nos gustan las mismas cosas y se vuelve más ¨adulto¨. En ese cuarto además habrá mucho conocimiento, ya sea por libros, por apuntes o que en momentos de nuestra soledad lo asentemos. Nuestra madre nos aconsejará cómo ordenarlo, según su experiencia. Tu profesor será el que evalúe si lo que hay es correcto o no, o si lo debes arreglar. Tu amigo o amiga te dará objetos que sirvan o no. Tu profesor particular, se meterá en tu habitación y mirando y analizando todos los objetos te dirá cómo debes colocar el mobiliario y los objetos para que tu profesor, el que te evalúa, te ponga buena nota. Habrá veces que en tu habitación entrará el sol y habrá luz, y otras estará oscuro y no verás ni la mesa que tienes delante. Puede que también quieras meterte en la cama y no saber nada de nadie o por el contrario, asomarte a la ventana y saludar a todo el mundo. Habrá pelusas y polvo que habrá que quitar si no quieres que parezca un cuarto abandonado. Cuando tengas pareja, compartirás ese cuarto con otra persona y tendréis cosas de ambos. Tendrás poquitas cosas, ya que lo que realmente te importa ya lo tienes sin tenerlo presente. El problema viene cuando algunas veces te olvidas de ti mismo por ello. Cuando muere la otra persona, quieres tener lo mínimo. Ya no te hace falta tener nada para vivir el día a día hasta que llegue tu hora. Cuando llega tu hora, ese cuarto o habitación lo desalojan. Ya no queda nada de ti. Lo más probable es  tus seres queridos se deshagan de tus pertenencias,(sabiduría que se pierde para siempre) y otros objetos se queden en sus vidas trasmitiendo esa sabiduría que llenará el cuarto de las generaciones futuras.